Rebeca Benefod : Biografía
Mi nombre es Rebeca
Benefod.
Nací en Madrid, el 29 de
Noviembre de 1826, en la calle del Clavel nº1 4º 2ª. Hija natural de Manuel y
Claudia. Mi padre es inglés y mi madre francesa, de un pequeño pueblo del sur
de Francia. De mi padre heredé mis ojos azules y un pelo rubio y liso. Fue mi
nacimiento clandestino el que me impidió vivir con mis padres en familia. Desde
muy pequeña me criaron en un pueblo de Toledo en el que actualmente vivo. Mi
madrina es la Condesa de Barrante, quien me mandaba a buscar cuando era niña
para que la visitara y así verme crecer. debería querer mucho a mis padres, al
menos a mi madre, porque siempre se ocupó de mi educación. Ella personalmente
eligió a una maestra que vivía en la casa de la familia que me cuidaba en
Toledo y me enseñaba a comportarme en sociedad. Sin embargo, no conocí a mis padres.
No conseguí, aunque lo intenté, encontrarlos o que alguien me hablara de ellos.
Durante la invasión
francesa, a principios del siglo XIX, en algunos palacetes de la calle del
Clavel se reunían los más importantes cargos de la corte y otros miembros afrancesados
de la política y las letras.
Siendo jovencita, mi
madrina me llevaba con ella a bailes de sociedad y a reuniones que organizaba
en su palacete de la calle de la Reina. Pero mis ojos se fijaron en un pícaro
carretero que conocí en el pueblo y me casé con él. La Condesa se enfadó mucho
conmigo y dejó de hablarme. Si bien me legó ciertos bienes en propiedades y
terrenos, lo cierto es que mi esposo, que no es muy trabajador, está acabando
con ellos. Apenas nos queda que vender más que la casa y algunos huertos en el
pueblo. Suficiente para vivir y poco más.
Sin embargo, tengo
grandes amigas a las que adoro y que me hacen reír, reímos constantemente para
huir de la rutina y la falta de actividad en el pueblo para las mujeres, que se
limita a jugar a las cartas en las casas mientras nos tomamos una copita de
anís para pasar la tarde.
Por
las noches, cuando el marido está de viaje, escribo a escondidas, pero eso no
lo sabe nadie.
Comentarios
Publicar un comentario