ESCUCHO A MI CUERPO
Te doy cobijo
A cambio
me darás el bosque
para respirar tu sosiego
y el océano bravo
para beber de tu aire
más salvaje
Me alimentarás
sin exceso
Deberás frotar
el yeso
y pulir el barro
Si es preciso
Cuidarás los pilares
para que nada se derrumbe
antes de tiempo
para que cuando llegue la hora
y te marches
con la memoria satisfecha
de quien aquí fuiste
puedas decir felizmente adiós
antes de entregarme
al sepulturero
Muchísimas gracias Chelo; un honor estar en tu blog. Abrazo
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