La decepción
Hay una negrura en el ocaso
una sombra esperando su luz
la noche avanza
y el infinito dibuja miedos.
Mi llanto se columpia
en las ramas del sauce,
las lágrimas recorren sus hojas,
besan la arena.
La tristeza vuelve
a mostrar los cuchillos,
decepciones,
heridas abiertas en sangre,
desengaños en torrentes.
Habitaré mi pirámide.
Cerraré las ventanas.
Mi brújula no indicará el norte.
Ya no espero a la diosa del amanecer
ni a su estela boreal.
Una vez más, gracias Chelo. Abrazo
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